martes, 10 de junio de 2008

Ensayo sobre el arte expresivo de Eduardo Kingman

NOMBRE: BRUNA PORRAS
PROFESOR: DR. JUAN M. BORRERO

EDUARDO KINGMAN

INTRODUCCIÓN:

En este trabajo hago una relación de la reseña histórica de los movimientos indígenas ecuatoriano de los años treinta y de los tiempos de explotación hispana y un siglo republicano que influyeron en el arte expresionista del pintor ecuatoriano Eduardo Kingman, donde trata de expresar sus ideas políticos sociales. En su biografía observamos que también fue inspirado por la vida que llevó de niño, la cual expresa en sus lienzos. En Power point muestro alguna de sus pinturas que reflejan una denuncia política y social que se vivía en esos tiempos, especialmente lo relacionado con el maltrato indígenas. Explicamos el por qué se llama “El pintor de las manos”.


Tres siglos de explotación hispana y un siglo de republicano de lo mismo han reducido al indio a la lamentable condición .En lo económico, casi la esclavitud, con cadenas como el huasipungo y las interminables deudas al patrón ; en lo social la discriminación y el marginamiento ,la falta de los mas elementales derechos políticos reales y de las mínimas posibilidades de integrarse al progreso; en lo espiritual ,manipulación religiosa alienante y desolador vacío cultural; en lo físico casi la degradación biológica. Los periódicos del tiempo que anunciaban la venta de haciendas con indios y todo, no hacían sino reflejar tal situación ,que muchos tenían por normal y otros trataban de no ver.
Denunciar esa enorme injusticia se convirtió en la gran empresa del indigenismo pictórico , y Kingman se puso en primera línea. Este drama de la gente indígena iba a presidir su obra mas dramática y fuerte de los siguientes cinco años ,hasta terminar con uno de sus lienzos magistrales “Los Guandos”. La pintura de Kingman no se quedaba en el planteo económico y social ;ahogaba en la interioridad de esos seres como es la la ternura ,de gravedad y nobleza, de religiosidad. Lo indígena, lo cholo, lo popular, todo un amplio espectro de cosas no dichas se habrían ante el pintor.
EDUARDO KINGMAN RIOFRIO
PINTOR.- Nació en Zaruma, en Febrero de 1913. Hijo segundo del Dr. Edward Kingman de Estados Unidos y de Rosa Riofrío Riofrío, viuda de Córdova, madre de dos hijos. Tuvieron tres hijos, el segundo de los cuales es Eduardo el pintor y el tercero Nicolás el novelistae inmediato sematricula en la Escuela de Bellas Artes y allí siguió tres años con Víctor Mideros, que "pasaba de una pintura indigenista estilizada hacia regiones de simbolismo convencional e ilustración bíblica colorista y efectista, con predilección por lo escatológico". En 1931 murió su hermano mayor César Augusto y la familia se trasladó a vivir a Guayaquil en Eloy Alfar y Febres Cordero donde el joven pintor “trabajó obra creativa de caballete, así como retratos y publicidad” y se ganó algún dinero como dibujante para "El Universo"
En 1933 expuso con Antonio Bellolio en la última muestra de Allere Flamma de ese año, algunos "barrios obreros y retratos desafiantes". Al año siguiente hizo grandes cuadros que envió al Salón Municipal 'Mariano Aguilera" de Quito, donde un jurado intenso los rechazó, declarando desierto al salón de 1935.
Los trabajadores y pobladores marginales Huancavilcas fueron los privilegiados de su pincel. “Lavanderas, Cacahueros, vivanderas, estibadores, canillitas, fruteros, floristas, carboneros, y demás seres humildes que quedaron inmortalizados en sus cuadros.
Entonces los exhibió en la Escuela de Derecho y volvió a presentarlos en 1936 en el "Mariano Aguilera". Un jurado compuesto por Gonzalo Escudero, Pablo Palacio y Antonio Salgado premió su óleo "El Carbonero" y le dio el espaldarazo de la fama que tanto necesitaba. Además, al premiar su óleo, declararon que no interesaba si los colores eran reales y que la proporción de los miembros no era esencial a la corriente expresionista y se abrió nuevos cauces a la pintura nacional hacia lo imperante en Europa y los Estados Unidos.
En 1937 fue secretario de la Escuela de Bellas Artes.En 1938 expuso en Bogotá. El 40 el Museo de Arte Moderno de New York adquirió su óleo "Los Chucchidores". Para entonces vivía en Quito nuevamente y alternaba con gente de izquierda como Benjamín Carrión, Alejandro Carrión, Pedro Jorge Vera y Pablo Palacio. Carrión había estado en Méjico y admiraba los murales de Rivera, cuya escuela de pintura abandona la delicadeza y el detallismo para conseguir la belleza a través del efecto rudo de una verdad descarnada, en muchos casos denunciadora de una injusticia, que en el dibujo acentuaba lo que se quería decir. Kingman ya había pintado al indio, pero entonces comenzó a ahondar en la interioridad de esos seres sojuzgados por siglos, solitarios, empobrecidos, acobardados, y por esos caminos también trató lo urbano, con su carga mestiza, chola y popular.
El 42 exhibió en la muestra de arte contemporáneo de los países andinos en el Newark Museum de San Francisco y en el Museo de Bellas Artes de Caracas donde el público pudo admirar 22 grandes óleos y 14 acuarelas que arrollaron por su "hirviente crudeza, gran contenido humano y fuerza emocional".
Un año antes había recorrido el Perú contemplando en toda su grandeza el pasado andino, recibiendo las influencias del indigenismo de José Sabogal y Julia Codecido. En 1944 decoraría la Exposición de Industrias del Ministerio de Agricultura y fue miembro fundador de la Sección de Bellas Artes Plásticas de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
Su mejor crítico, Hernán Rodríguez Castelo, ha dicho que por entonces Kingman llegó a su plenitud con grandes composiciones donde la luz del fondo se fue depurando de cualquier efectivismo y el color enriqueciendo sin perder gravedad. Además, el dibujo fue cediendo a una integración con la pintura; en suma, síntesis tensa, vibrante, de enorme plasticidad. De esa época es "Los Guandos", reputado como su mejor cuadro de todos los tiempos.
Y en esa hora, quizás la más tensa de su vida, cedió a la bohemia tremenda de su generación. "Tomábamos la vida con ligereza por decirlo así, éramos noctámbulos impenitentes, bebedores de alcohol, soñadores a tiempo completo... "Quizás por eso se dedicó a buscar el dolor de la gente. El 45 sin embargo viajó a los Estados Unidos. En Junio del 46 expuso en el Museo de San Francisco. La revista Time le coloca entre los grandes pintores de hispanoamérica, luego fue a New York, expuso en la Unión Panamericana de Washington y se hace célebre por sus grandes y poderosas manos, símbolo desasosegado de fuerza y desde allá mandó a la Casa de la Cultura de Quito tres telas y ganó el premio Nacional de Pintura. El tema de las manos, que repite en casi todos sus cuadros, le ha ganado la reputación de ser "el pintor de las manos", que ni rechaza ni acepta, diciendo que son parte de la figura. En Enero del 48 dictó una Conferencia en el Centro Ecuatoriano-Norteamericano de Quito. Para ese tiempo ya tenía discípulos y seguidores,... Guayasamín uno de ellos, el mejor de todos.

El 49 expuso en dicho Museo veintiséis óleos con motivos populares y colores frescos, briosos, alegres. El mundo parecía sonreirle en brazos de la fama.
El 59 ganó el Primer premio en el "Mariano Aguilera" con "Yo el prójimo", visión aterradora de un mundo en crisis y sin embargo, a pesar de la fuerza de esa figura descarnada que incita a muy diversas conclusiones, la crítica nacional le pidió que dejara la evasión abstraccionista y volviera al hombre. "Hay que recuperar a este gran pintor, ha renunciado a lo real, se ha vuelto anti-artístico...” llevaba solo tres años de abstraccionista.
Blanco tostado, de estatura baja, pelo negro, grandes manos de artista y campesino, sonrisa fácil y agradable. Excelente amigo de sus amigos, se sacrifica por ellos. Buen padre y esposo, constituye una de las glorias vivas de la cultura nacional.
DESHOJANDO EL PASADO
En los cuadros es una constante el dolor y sufrimiento. La parte más sobresaliente del ser humano es el rostro triste, sin embargo en la mayoría de casos, son las manos enormes y venosas las que marcan la huella del artista. Los ojos de cada retrato son cavidades negras y profundas. Aunque realizan actividades de movimiento como es el caso del flautista o guitarrista sus semblantes son de angustia permanente. Toda su obra carece de sonrisa.Tal vez sea por los momentos de zozobra por los que pasó desde pequeño, cuando su padre, un médico estadounidense que llegó a Portovelo a una de las fábricas extranjeras a explotar el oro del sector, los abandonó. Doña Rosa Riofrío Riofrío, su madre, afrontó sola la situación.
Al parecer, una de las situaciones que marcaron las retinas del joven pintor es cuando vio a su progenitora rendida sosteniéndose en sus manos para no fenecer. . Cuando el dinero no les alcanzaba para ir en transporte, junto con su hermano, tenían que caminar por largas horas para llegar al destino indicado. Kingman, con un dejo burlón nunca dio su verdadero nombre, decía: Pedro Brocha a sus órdenes.
Kingman falleció en 1998. Su pintura es inmortalizada en la página web que lleva su nombre así como en la Casa Museo de Kingman inaugurada el 27 de mayo del 2 002, en donde se exhibe parte de su trabajo y se brinda apoyo a los nuevos talentos.
CONCLUSIONES:
Para concluir y de acuerdo con lo que dice su biografía su carrera comenzó como pintor expresionista por sus ideas político-sociales, luego devino en planos de búsquedas constantes del arte por el arte dentro de un indigenismo que fue ahondando a través del dibujo y el color hasta llegar a las raíces mas profundas de esos hombres cansados y sufridos, sin olvidar por ello a lo urbano-mestizo. Pintó temas agrarios llenos de color, donde las mujeres y los niños forman un mundo expresado a través de manos y rostros de ricas cualidades y trazos breves, visión realista pero al mismo tiempo optimista, anuncia nuevos y mejores días. Ya no estamos frente al indio destruido y acanallado como en "Fin de Fiesta” , sino frente al mundo esperanzado de "Siembra" que sin embargo no olvida la problemática dolorosa que presenta en otras telas: "Vida que huye", "Aniquilamiento", "Intima Plegaria". Un mundo elemental si pero expresado con valor único, pues solo se parece a sí mismo.

BIBLIOGRAFÍA:
http://www.diccionariobiograficoecuador.com/tomos/tomo8/k1.htm
http://www.dlh.lahora.com.ec/paginas/temas/pintura277.htm
Eduardo Kingman; texto de Hernan Rodríguez Castelo; “La manzana verde”,1985.

No hay comentarios: